Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmín aprende a leer devorando las paginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmín perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. Original, brillante y llena de alegorías, Firmín derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.
"Firmín
no es un ratoncito humano, sino un ser humano en un cuerpo de rata.
Esto lo hace áspero, patético, incómodo, sin la menor concesión al
infantilismo y auténticamente póetico." Eduardo Mendoza
Me ha encantado este libro, me ha parecido súper tierno, un poco melancólico quizás, pero que simpático el roedor!!!
Una
de las partes más simpáticas es cuando el ratoncillo acostumbrado a ir
al cine y comer las palomitas que se le cae a la gente observa las
películas de adultos donde salen unas mujeres hermosisimas, el pobrecito
enamorado, al verse rata, se deprime, y entonces deja de comer unos
días y se leía Cumbres Borrascosas y se cambiaba el nombre por el de
Heathcliff jajaja No tiene desperdicio el animalito.
Un libro cortito, pero muy cálido y enternecedor.
No creo demasiado en las casualidades, pero me atrae un montón! Anotada! Precisamente ahora que ha entrado un hàmster en mi vida...me apetece leer, un punto de vista muy roedor! :P
ResponderEliminarMe gusta lo que dices de ese libro creo que tiene que ser un libro lleno de ternura.
ResponderEliminarLo vi en la librería y no pude resistirme a leer de que iba. Desde luego el punto de vista es bien imaginativo y creativo.
ResponderEliminarUn besazo