14 de julio de 1099. Mientras Jerusalén se prepara para la invasión de los cruzados, un griego conocido como el Copto convoca al pueblo, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, a reunirse junto a él.
¿Qué valores quedan cuando todo ha sido destruido?
«Nadie sabe lo que nos reserva el mañana, porque cada día llega con el mal y con el bien. Así pues, al preguntar lo que deseáis saber, olvidad las tropas que están fuera de la ciudad y el miedo que está dentro de ella. Hablaremos, en cambio, de nuestra vida cotidiana, de las dificultades
que debemos afrontar.»
Mientras esperan el ataque enemigo, las gentes le preguntan acerca de la derrota y la soledad, la lucha y el cambio, la belleza, cómo encontrar el propio camino. Y después, sobre el amor y la lealtad, el destino, el sexo y la elegancia, el miedo y la ansiedad, la sabiduría y, también, lo que aguarda en el futuro… Y las respuestas que obtuvieron siguen siendo válidas ahora,
mil años después.
Ellos preguntaron. El Copto contestó.
Es porque creo, que fue realmente sus novelas una ayuda en mis momentos amargos de juventud. Siempre encontrando quizás los mensajes y las señales que yo necesitaba para continuar y tener esperanza. Sus hermosas frases, las reflexiones tan ciertas...
Y no sé por qué, es un imprescindible, siempre creo que en sus novelas encontraré lo que busco... pero hace tiempo que no parece el mismo-
Bueno, el caso es que este último libro me ha dejado un poco seca...no sé la palabra exacta, me encanta por fuera, y el mensaje tan cierto de que no hay arma más poderosa que las palabras, pero leyéndolo, me he sentido como cualquier pobre a las faldas del monte donde Jesús daba sus misas a sus beatos, llenas de mensajes de una cierta sabiduría, y llenas de buena fe...mientras nosotros le preguntamos que debemos hacer para entrar en su cielo...Vamos, que solo le ha faltado empezar cada capitulo con : "En verdad os digo que..." jajaja
Dejando a un lado mi mala critica, he de admitir que hay un capitulo que me ha encantado, que me ha parecido precioso y que sea de quien sea esa reflexión, me ha hecho encontrarme al Paulo que Perdí. Pero ha sido solo un capitulo, un bago reflejo....quien sabe si leeré otro libro que lo traiga del todo...
Estoy bastante de acuerdo contigo cuando dices que a Paulo Coelho, parece que se le está acabando la mecha. También soy un incondicional de su obra y me he leído todos sus libros. Cuando publicó El vencedor está solo, cambió tan drásticamente su forma de escribir, que me descolocó. Con Aleph, recuperó un poco su filosofía del principio de su obra, pero no me llegó a enganchar del todo.
ResponderEliminarCon este nuevo libro estoy más que escéptico, pero no por ello dejaré de leerlo.