
Para empezar las manzanas se recomienda, y creo que es imprescindible, hacerlas un día antes, incluso a mi parecer, 36 horas antes de hornear, pues, cuanto más escurridas estén mejor.
Para una bandeja de 30 rosas, cogemos 3 manzanas.



Una vez que ya tenemos las manzanas listas para cocer, ponemos al fuego una olla con los dos vasos de agua, los dos vasos de azúcar y el limón exprimido. Lo movemos bien hasta que se disuelva el azúcar y se mezcle bien. Y cuando por fin el almíbar se ponga a hervir, añadiremos poco a poco las manzanas.

Se trata de no echarlas todas de golpe, sino media manzana o manzana entera como mucho.
Las vamos a sumergir con una cuchara durante el proceso. Dos minutos ni uno más, ni uno menos. Las manzanas se cuecen en el almíbar y se ablandan enseguida, esa es la idea. Dos minutos, retiramos y añadimos otra tanda.

Yo las iba colocando en un plato mientras las sacaba, pues es una cosa rapidita, pero luego tengo una bandeja con papel absorbente donde las voy colocando para que escurran bien durante la noche.

Y las cubro con más papel. Durante las siguientes 24/36 horas, conviene que cambiéis el papel absolvente al menos una vez más.

Al día siguiente:
Preparamos la bandeja para horno con un papel de horno por si cae el almíbar no estropearla.

En las tiendas de los chinos venden los moldes de papel de mini-magdalenas. Recomiendo que sean de papel, ya que los moldes de silicona dan mucha calor al hojaldre y junto con la manzana no subiría mucho. Los paquetitos de los chinos traen 60 unidades, es ideal porque una vez hechas, el papel puede haber quedado pegado a la rosa y es aconsejable para una buena presentación que las saquemos con cuidado y las pongamos en moldes nuevos y limpios.


Extendemos la masa que ya trae un papel que podemos aprovechar sin tener que manosear la masa demasiado.

A continuación cubrimos la masa con azúcar y con una cuchara la vamos chafando para que el azúcar se clave en la masa.

Con un cuchillo cortamos unas tiras de unos dos centímetros de grosor

Y entonces las manzanas las cortaremos en gajos, algunas redondas se puede sacar hasta 3 gajos si las manzanas eran grandes. Con tres gajos tenemos suficiente. Se trata de poner uno detrás de otro, dejando la parte más redondeada hacia afuera para que al enrollar se vea como si fueran pétalos.

Y con cuidado solo hemos de hacer un royito, pegar el final con un pellizquito por arriba y un par de ellos por abajo. Y colocar en los moldes.

Tras un rato entretenido y con las rosas ya colocadas, las podemos pintar con una yema de huevo para que se doren un poquito.


Una vez ya hechas, las sacamos y poco a poco despegamos de los moldes y las ponemos en otros nuevos, si le dejamos estos mismos, el almíbar dejará pegado el papel al dulce y se destrozarán.

Para darles aun un toque más brillante, del almíbar del día anterior me guardé un vaso. Ese vaso lo calentamos y le añadimos un sobre de cobertura para tartas, removemos bien y con un pincel pintamos las rosas.

Quedando así de irresistibles y deseando de ser comidas.

Un placer!!!
