BAJO EL EDREDÓN

Aquí os comento mi última lectura. Esta vez mi intención era reír, y lo he conseguido.
Mi amiga Terremoto me regaló una vez un libro que se titulaba "Por los pelos" con el cual me lo pase divinamente y me reí un montón. De la misma autora. Así que cuando vi su nombre en la biblioteca lo cogí sin pensármelo dos veces.
De echo el libro me llamaba desde lejos con esas letras rojas sobre fondo blanco.
Me lo he pasado bien, pues esta mujer está algo loquita jejeje y eso me mola. Pero resulta, que a pesar de tener 8 novelas, este resultó ser un recopilatorio de columnas que escribió para algunas revistas y diarios, y también ha colocado algunas historietas inéditas.
Así que me queda pendiente leer algún otro libro de ella.
Os dejo a continuación un trocito para que veáis que graciosa es la tía.

"Primera parada:SAKS de la Quinta Avenida
Para llegar a los ascensores, situados al fondo, era preciso pasar por el departamento de cosméticos.
Él mismo miró con nerviosismo la barahúnda sobreperfumada-las pandillas enfundadas en trajes de chaqueta, frascos de Nu en mano, preparadas para rociarnos en cuanto nos aproximáramos, y las esteticistas de bata blanca listas para abordarnos con sus ofertas especiales- y el pánico se reflejó en su cara.
-Has de agachar la cabeza y apretar el paso-dije-.Y pase lo que pase, no las mires directamente a los ojos.
Salté a la palestra seguida de Él Mismo.
-¡Baja la cabeza!¡Baja la cabeza!- le insté, pero sucedió lo inevitable.
-¡Jesús, me han dado!- aulló Él Mismo.
-¿Es grave?- pregunté.
Se olfateó.
-Paul Smith para mujer. No demasiado.
Proseguimos nuestro camino rodeados de voces que balbuceaban una algarabía de tentaciones. Eh, bonita, ¿quieres probar nuestros tonos de primavera? Aquí, aquí, gástese setenta y cinco dólares y llévese una barra de labios de regalo. No le haga caso, acaban de llegarnos nuestros preciosos neceseres de viaje. Pero nosotros estamos promocionando nuestro nuevo corrector, le cambiará la VIDA....
Llegamos finalmente a los ascensores.
-Caray- exclamó Él Mismo, enjugándose el sudor de la frente-, esto parece un zoo marroquí."