sábado, 16 de enero de 2010
LA HORMIGA Y LA PALOMA
Una hormiga que estaba sedienta se acercó a un estanque para beber.
Cayó al agua y comenzó una angustiosa situación, pues, a pesar de mover febrilmente sus patitas, veía que se iba a ahogar.
Pero una paloma, posada en un árbol cercano, lo vio todo. Cortó una hoja del árbol y se la tiró.
La hormiga pudo aferrarse primero y luego subir a ella. Así se acercó a la orilla y se salvó.
Por allá había también un cazador de palomas, tenía sus lazos bien preparados. Con uno de ellos consiguió atrapar a la paloma. Entonces la hormiga trepó por sus botas y le mordió la pierna. Un buen mordisco de esos que saben dar las hormigas. El cazador comenzó a agitarse y sacudirse, descuidando los lazos y a su presa recién capturada.
La paloma se escapó y se puso a salvo.
"Es de bien nacido, ser bien agradecido"
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Un cuento con una mooraleja que algunos a veces olvidan.
ResponderEliminarMe recuerda a las antiguas fábulas de Samaniego que leía mi padre...
ResponderEliminarSolemos ser agradecidos, pero si en el agradecimiento hay riesgo, mejor lo dejamos... qué triste!
Un mordisco de hormiga.
ResponderEliminarJo.
Pensaba que no mordían, y si que muerden, lo acabo de mirar en google.
Vaya con las hormigas.
Besos.
Hay personas que olvidan agradecer gestos o detalles, pero bueno yo siempre digo "quien no siembra, no recoge" y eso es una realidad.
ResponderEliminarDesde que el mundo es mundo es asi.
ResponderEliminarLos cristianos creen en un Dios que los creo, pero desde Adan y Eva¿se lo agradecieron?.Es un pensamiento.
Firmo como anonimo porque no recuerdo mi contraseña.
http://tabita57.blogspotcom
Me recuerda a la fábula del ratón y el león. Sólo que el ratón se lo tuvo que currar mucho más para convencer al león de que no se lo zampara :0)
ResponderEliminarMuy instructivo :0), sobre todo para estos tiempos que corren.
Un abrazo, guapa
Muy bonito¿pero habría hecho esto la hormiga si antes no le hubiese ayudado la paloma?
ResponderEliminarHay que hacer las cosas porque nos parezcan bien y no porque debas le debas algo a nadie.