FRÍO

Un nuevo libro leído, casi no me lo creo ni yo!! jejeje. Venga, vamos a por otro!!!

 "Frío casi no parece una novela: escrito en primera persona, es un libro tan duro, valiente y sobrecogedor que la impresión de ser una auténtica confesión: la de una joven que sólo sabe encontrar su lugar en el mundo sometiéndose al tormento de no comer prácticamente nada y hundiéndose en un infierno personal regido por el recuento continuo de calorías.
Asistimos así, impotentes, a un proceso del que sólo podemos desear que se salve."


Parece mentira, pero ya estoy aquí con un nuevo libro leído. Que pena, que tengo el ritmo demasiado ralentizado.

Había empezado otro, pero se me atragantó y después de mucho tiempo sin hacer algo así, lo cerré y empecé a leerme FRÍO.

Me ha gustado, porque otra vez he vuelto a leer algo distinto, esta vez trata de los trastornos alimentarios. Me ha llamado mucho la atención, y mas que estoy pasando por un embarazo y me ha hecho obsesionarme con mi peso.
Pero claro, en mi caso es una realidad, el espejo no me muestra nada que no sea cierto, peso 85 kilos aproximadamente, y no es nada bonito, ni sano. Pero eso es otra historia que aquí no acontece.

Este libro al principio parecía suave...no veía nada que me asustara, nada que me extrañara, o nada que no supiera de la anorexia, pero al final del libro la verdad es que pasan un par de situaciones bruscas...que si me han calado. Más que nada de que una niña de 9 años tuviera que presenciar ciertas imagenes terribles. O de la forma tan horrible que puede morir una bulimica!!!

Lía es una chica con anorexia, se dedica a contar las calorías de todo lo que consume, a hacer deporte de noche a escondidas para quemar lo que no ha podido evitar comer, se pone mucha ropa para no levantar sospecha,,,pero lo cierto es que tampoco se fían mucho de ella.
Ahora están un poco más encima, porque Cassie, su mejor amiga, ha muerto y con la misma enfermedad. Lía ve a su amiga que no para de decirle que se rinda y que se una a ella.

La verdad es que ha sido un libro curioso, y lo cierto y lamentable es que sea la sociedad lo que lleva a esto a miles de adolescentes. Y no tan adolescentes...

En fin...